Lugar común

Me siento terriblemente solo a pesar de que llegué acompañado. Miro algunas estatuas y las pequeñas capillas que guardan los restos de añejas tragedias. Estoy aquí, en donde las palabras no alcanzan a describir todo lo que me rodea: lápidas con nombres, fechas, frases… son registros de vidas acabadas de las que solamente quedan pedazos de mármol y los recuerdos que atesoran unos cuantos familiares. Y otras lápidas, desgastadas y sucias, que también están presentes me dicen que ya no existen ni familiares ni recuerdos; sus memorias quedaron olvidadas en el tiempo. Esperan a que alguien las mire y se apiade de ellas, porque  también guardan unas sombras del pasado

Veo su féretro al lado de una tumba, llegó con nosotros. Contiene el cuerpo de lo que un día fue un amigo. La fosa está abierta y lo espera paciente. Su última morada, es lo que pienso de ese espacio. De inmediato alejo de mi mente esa frase, mi amigo odiaba los lugares comunes pero hoy descubro que ese lugar común realmente existe y un día también será el mío… es una pequeña idea egoísta. Ahora, además de triste me siento incómodo. Reconozco que en un momento como éste debo estar alejado de cualquier egoísmo. Nadie sabe lo que estoy pensando así que me guardo mi tonta idea. Tanta tristeza acumulada hace que solamente se expresen unas cuantas frases cortas y convenientes. Para mí, es mejor no decir nada.

El ataúd baja. Un hombre en el fondo lo acomoda con sumo cuidado, como si mi amigo pudiera despertar por un brusco movimiento al descender. Sé que no lo hará. Su viuda, que aún se niega a aceptar ese adjetivo, coloca unas flores sobre la oscura caja de madera, como si le hicieran falta para llegar sin las manos vacías a donde será recibido. Las miradas de los que ahí estamos lo dicen todo. Las palabras no alcanzan para describir todo lo que me rodea.

Comienzan a moverse las palas, colocan la tierra en su lugar. Cada palada va acompañada por un recuerdo. ¿Cuántas se necesitan para cubrirlo?, ¿cuántos momentos para atesorar en mi mente? Más de los que yo quisiera tener en este instante. Veo algunas lágrimas entre nosotros; al tiempo que el féretro se cubre con todo lo que añoramos. Es una eternidad la que se necesita para terminar esa triste tarea. Nadie habla, nadie atina a decir algo. El silencio solo es interrumpido por el ruido de algunas piedras al caer.

Vincent Van Gogh Cementerio en la lluvia

Terminan los sepultureros su necesaria labor, unos cuantos billetes se reparten entre ellos, es una manera de dar las gracias por un trabajo que nadie quiere hacer. Observo una lápida con su nombre en ella, toda una vida resumida en ese pedazo de mármol. Será una más entre todas las que alcanzo a ver. Él no estará solitario como nosotros, aquí tendrá la compañía que no lo abandonará.

Ahora lo entiendo. Es posible que los que estamos aquí, los que aún estamos vivos, los olvidemos pero ellos jamás se olvidarán de nosotros. Nos estarán esperando, pacientes, silenciosos. Sé que algún día mi amigo me recibirá en este lugar común, sé que también, un día, será el mío.

Publicado por

Emilio Mendoza

Soy poeta y escritor autodidacta, sin ningún curso formal o informal de literatura o letras. Autor del libro “Distraer al destino y otros relatos” y de libro de poemas “Rastros de tinta”. Soy colaborador recurrente del diario digital Avenida Digital 3.0, del diario Bajío Shimbun, de la revista cultural Replicante y de la revista Fanzine Oaxaca.

9 comentarios en «Lugar común»

  1. Es un ensayo dificil, me refiero al tema. En primer lugar siempre cuando uno escribe sobre temas como amor y muerte las palabras quedan cortas, lo mas seguro es usar el metatexto o largas filas asociativas que contienen ademas de la dimención semántica también otra vertiente que es emocional y muy personal para cada uno.

  2. De acuerdo con Ivo, un tema difícil…. pero la idea del «lugar común» me gustó mucho. Creo que le hace falta más fuerza a los sentimientos, algunos son muy sutilies. Gracias por compartirlo. Te seguiré leyendo. Abrazo

    1. Es cuestión de fe, así que es un tema del cual es casi imposible debatir. Me quedo con la frase de Mark Twain: «El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía». Saludos y gracias por leerme

  3. pues yo no se nada de metatexto ni de semantica, pero lo describes exactamente como sucede en un funeral, todos esos pensamientos que nos dan vueltas en la cabeza como abejas en panal y que nos atormentan hasta que cae la ultima palada de tierra.
    Muy triste el tema. Me llegó, me llegó!

  4. EMILIO CREO QUE ERRASTE LA CARRERA ERES UN GRAN ESCRITOR TU AMIGO Y SU FAMILIA SON SUPER AFORTUNADOS DE TENER ALGUIÉN TAN TALENTOSO QUE ESCRIBA HERMOSAS LINEAS EN MOMENTOS TAN DIFICILES. SALUDOS. SIGUE ESCRIBIENDO PORFAVOR!!!

  5. LO MÁS ASOMBROSO ES QUE A PESAR DE SER UN TEMA DIFÍCIL DE DESCRIBIR, LO HACES DE UNA MANERA SENCILLA DE ENTENDER… DEFINITIVAMENTE PLASMASTE EN EL TEXTO ALGO QUE YO NO HUBIERA SABIDO EXPRESAR… PERO SIEMPRE HE PODIDO SENTIR. FELICITACIONES EMILIO, NO DE BALDE ESCORPIÓN ¿EH?.

  6. Emilio, Sobrino .
    Las palabras que escribiste describen y llegan al corazón porque todos en algún momento hemos vivido esa experiencia. Te felicito, en dad rama de nuestra querida y grande Familia Saeb, hay un escritor, escritora… alguien a quien le llaman desde lejos, desde siempre, las PALABRAS.
    Te abrazo y además, en este día de la partida de nuestro querido Tío Pepe.
    Mara

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