Saudade

Es tan sencillo como despertar a alguien y tan difícil como hacer que sueñe conmigo; la vida va girando de un extremo a otro, en un movimiento continuo, sin que pueda detenerla. Y, ¿para qué pararla si ese balanceo me hace sentir que estoy aquí, que existo para algo? Volteo la cabeza y encuentro  un buen amigo dormido en un lugar donde nunca esperé encontrarlo, una pequeña broma para despertarlo y recibo una mueca que cambia el color de la tarde.

Los momentos que aligeran el camino son así: simples y repentinos.  Son sorpresas al mirar en otra dirección, instantes que marcan el ritmo de nuestra alegría. Son destellos  alegres pero en su brevedad encierran un olor a tristeza más perdurable aún, porque con el recuerdo queda siempre el deseo de retenerlo y repetirlo y  la naturaleza del destello hace esta tarea imposible. Por eso las obras que más huella dejan en mí – personas, canciones, cuadros, novelas, poemas – son aquellas que hablan de ese olor triste que dejan los buenos momentos. El famoso “feeling blue”, o como dicen los brasileños: saudade. Una palabra que aún no se como traducir correctamente al español. Saudade  es más que extrañar a alguien o algo, es más que nostalgia, es una palabra que encierra la sensación de la imposibilidad de hacer realidad en el presente una alegría del pasado.

Recuerdos, memorias, momentos, alegrías, tristezas, decepciones, sinsabores, enojos, corajes, frustraciones; todo eso alimenta mi voluntad de escribir, para poder dejar en este espacio mucho de lo que me pasa, son cosas que solo tienen sentido en el momento que se viven y… cuando se recuerdan…

Una plática

Estoy trabajando en  los cuentos de nuevo, me costó trabajo, me tuve que forzar mucho, pero ya estoy  otra vez en el camino. Ideas confusas, sentimientos más confusos y certezas que no quiero aceptar, sueños que no dejo morir. Me he dado cuenta que cuando estoy en ese grado de inestabilidad emocional es cuando salen las mejores ideas, las mejores frases para escribir. Es un poco  raro, pero creo que de manera inconsciente busco entrar en ese estado para sentir que existo, para saber que estoy aquí. Un poco incongruente, no es un sentimiento alegre, feliz – más bien es una especie de soledad, de leve tristeza – pero por alguna extraña razón me gusta sentirme así, disfruto con ello.

Ayer tuve una muy agradable plática con un buen amigo,  de los problemas que tiene la gente que nos rodea, pero el final me dejó un sentimiento medio extraño. Fue sutil, pero lo suficiente para pensar en todo lo que he pasado y de pensamiento en pensamiento, acabé con la pluma en la moleskin, vaciando ideas, vomitando estupideces. Veremos que sale de todo eso, creo que cosas buenas, después de todo el saldo siempre ha sido positivo, aunque hoy no lo vea de esa manera.

Gracias a los que me hacen reflexionar.  Todo esto no existiría si no estuvieran en el camino…

Rutina

Inicio de año más que loco: viajes cortos, inicio de obras, cambios de rutina en el  trabajo, nuevos proyectos, muchas sorpresas, en fin, un montón de cosas que se convierten en un torbellino de confusión. Parece que las cosas se están calmando un poco, necesito tiempo para pensar, tiempo para escribir, tiempo para mi.

Hace unas horas una amiga me preguntó por el libro, “¿Cómo vas con los cuentos?”, que pena reconocer que no estoy caminando con la velocidad que deseo, que no he avanzado mucho en los últimos dos meses, flojera, desidia, descuido, falta de claridad, exceso de preocupaciones de la vida “normal”. Existe un poco de todo eso, a veces una da paso a otra, a veces se juntan, y otras veces, como ahora, todo es una ensalada sin sabor, con demasiados ingredientes.

Hoy no hay mucha idea, posiblemente mañana sea un día mas claro…

Propósitos de año nuevo

Lista de propósitos de año nuevo. ¿Para qué?  Creo  para lo único que sirven es para entretenerme un poco los primeros días de Enero, y después volver  a ser el mismo  de siempre. En lugar de un montón de propósitos de buenos deseos, creo que lo mejor que puedo hacer es poner una lista de cosas que deseo encontrar este año:

1. Alegría en mis amigos.

2. Consejos sin prejuicios.

3. Tiempo escondido para mí.

4. Cuentos nuevos para escribir.

5. Charlas amenas sin ver el reloj.

6. Esos 15 minutos adicionales en la cama al despertar en la mañana.

7. Libros que se resisten a dejar las manos.

8. Tardes tranquilas de domingo.

9. Una agradable charla en el msg en horario indebido.

10. Encontrar sin querer cosas pérdidas tiempo atrás.

Siempre he encontrado esto en el pasado, por eso las quiero seguir teniendo.

Inicia 2011

Empieza el año, regreso de un pequeño viaje de vacaciones, con ideas nuevas, con una especie de espíritu renovado. No es por el comienzo de año que escribo esto, sino porque tuve tiempo de pensar, pensar en cosas que normalmente no pienso. Mejor dicho,  tuve tiempo para no pensar en cosas, solo divagar sin temas, sin preocupaciones, sin buscar razones. En otras palabras: tuve tiempo de acomodar mi mente, de calmar el espíritu y eso es bueno.

No tengo muchas cosas nuevas que contar, no hay noticias asombrosas, ni sucesos que marquen diferencia. Solo un ánimo renovado de seguir adelante, de continuar lo que estaba haciendo, sin entusiasmo desbordado.

Estoy con mi espíritu tranquilo, en calma; que invita a la constancia y no dejar sin terminar lo que se empecé. Comienzo el año bien, espero que termine de la misma manera.

Fin de año

Terminando las fiestas navideñas, y alistándome para salir de vacaciones en enero. Un viaje corto pero agradable, solo mi esposa y yo. Espero tener tiempo para pensar, para poner las neuronas en orden. Novedades: encontré viejos amigos. Tal vez se escuche raro, pero cómo puede  ser mis amigos personas que no he visto en más de 30 años. Seguramente han cambiando. Es medio extraño, posiblemente no sea tan real esa amistad, pero aún existe confianza; puedo ser más honesto, más abierto. Además como no existe ninguna intención mas que mantener una amistad. Es más fácil cuando no tengo ningún interés material con ellos. Los años acumulados en mi espalda también ayudan, no tengo  la intención presumir algo, nada de mostrar lo que no se tiene. Volver a presentarme como lo que soy ahora, así de simple.

Pero regresando al tema del blog, los cuentos siguen parados. Las ideas están volando más cerca, pero aún no está definido nada adecuado, todo es muy común, muy Corín Tellado. Creo que ese pequeño viaje me va a ayudar a aterrizar algunas ideas, trabajar en  diálogos, situaciones, adentrarse en la parte íntima de los personajes. Me falta tiempo para escribir, me falta tiempo para pensar; esta temporada es demasiado rápida, demasiados compromisos, demasiada angustia. A veces me quiero bajar del tren, pero va tan rápido que no se puede.

Lo bueno es que mañana termina el año laboral para mi, este año que en el trabajo no fue bueno, solo  hacer que sobrevivan los negocios; pero en lo personal fue muy tranquilo y complicado al mismo tiempo. No encuentro palabras para describirlo: muchos reencuentros, algunos rompimientos, cambios profundos en la rutina. Un año que me marcó en lo que soy actualmente. No hubo un suceso trágico o impactante, fue una suma de pequeños acontecimientos, cosas que no hubo manera de evadir, cosas que pocas veces pasan y que probaron mi carácter. Se dieron poco a poco, casi sin sentir, pero ahora que veo el resultado de todo eso, me doy cuenta que la suma si impacta y me hizo bien. Me gustó el 2010, veremos que pasa en el 2011.

 

Diciembre

Aún no sé a donde va a ir parar todo esto. Algunas ideas que tengo en la libreta no funcionan, tengo que cambiarlas. A veces parece que todo esto se va a ir a la mierda. Le he estado dando vueltas, vueltas, y sigo sin una buena idea, puras ocurrencias que están en la línea que separa lo cursi de lo pendejo. Siento que yo soy el que no funciona, tengo que pensar mucho más para generar buenas historias para el proyecto.

Por otro lado, mi vida sigue su camino, no existen muchos cambios importantes Los pocos cambios en el trabajo me han ayudado a serenarme un poco. En casa las cosas están bien, es como navegar en aguas tranquilas. Aún sigo con el juego de las imágenes depresivas en el msg; mis amigos ya lo toman como parte de mi irreverente manera de ver la vida, pero  ya no están asustados como en un principio.

Comienza diciembre. Un mes en el que los sentimientos están bastante sensibles, un mes lleno de comidas, festejos, regalos, teletón, de poner buena cara frente a lo que no puedo comer, visitar parientes (que hueva) y hacer todo lo bueno que no hice en el año. Parece una idea medio pendeja, pero es la realidad: este mes está entre los buenos sentimientos y la hipocresía de muchos, entre la real intención de ser mejores y los lavados de conciencias de otros. Lo bueno es que sólo es un mes, nadie aguantaría si esta época durara más que eso.

 

Una sonrisa infantil

Sin desearlo, sin aviso, de pronto aparecen en mi vida personas que marcan el espíritu, personas que dejan más que un simple saludo, que sin desearlo remueven sentimientos, recuerdos, emociones. Una sonrisa en especial, una de esas sonrisas que reviven, matan, enferman, curan, inquietan, tranquilizan, alegran, motivan, emocionan, calman, una sonrisa que es más que una sonrisa.

Una sonrisa infantil, un encuentro casual y que posiblemente no se repita pero que revive la esperanza de lo que puedo ser,

Life is so full of temptations, and I want to keep it that way, tu sonrisa es mucho más que una tentación…

 

Tedio

El proyecto  sigue igual que antes, tengo que reconocer que me está ganando la flojera, no quiero, pero me está ganado.  En estos días mi vida ha sido un caos, siento como si estuviese dentro de un sueño marciano del cual no puedo salir.

Mi abuelita cumplió 90 años, fuimos a festejarla a una ciudad que está como a 8 horas en carro de aquí – un viaje saliendo el viernes y regresando el domingo –  la locura, pero valió la pena. El ver las lagrimas de mi abuelita cuando le cantamos las mañanitas hizo que valiera la pena el viaje, reconozco que en el fondo soy un sentimental de lo peor, pero me costó trabajo poder contener mi emoción cuando noté en sus ojos una expresión de gratitud y felicidad que pocas veces se ve.

El trabajo es un verdadero caos: lentitud, preocupaciones, corajes. Siento que estoy enredado en una madeja de la cual no veo la punta del hilo, a veces dan ganas de tomar un cuchillo y romperla, pero ese nudo gordiano no se puede romper, mejor dicho, no debo romperlo. Tengo en mis negocios demasiado esfuerzo, dinero y tiempo acumulado para mandar todo  a la chingada. Todo es cuestión de paciencia y atención en la resolución de problemas. Lo malo es que la paciencia es una cualidad que Dios olvido poner en mi mochila. Creo que por eso me siento enredado, abrumado, no es mucha presión, pero es constante. Esa presión es suficiente para que haga efecto en el tiempo, es como el tormento de dejar a la  persona sin dormir;  va minando lentamente la voluntad, termina con las ganas de vivir.

Posiblemente por eso no he escrito mucho en estos días, tengo que romper de alguna manera esa inercia.  Tengo que salir a flote de nuevo, antes de que me hunda.

 

Cumpleaños

Han pasado muchas cosas desde el último día que publiqué algo en este blog. Una de ellas es que cumplí años, mejor dicho, un montón de años. Es bueno que todo mundo me felicite, pero la realidad de que soy más viejos llega muy rápido. Es como si el tiempo estuviera detenido todo el año y ese día en especial llegarán todos los días que viví. Es horrible sentirse más viejo, pero contra eso no se puede hacer nada, no existe la manera de detener el tiempo. Puedo  intentar cambiar la actitud, encontrar y no perder la sonrisa de niño que debe estar guardada dentro de mí.

Por otro lado el cuento de Piso 13 creo que ya quedó bien, a mi me gustó, y por un rato no le voy a hacer nada. Algunos otros  siguen detenidos, esta semana trabajaré en ellos, es cuestión de disciplina, cosa que a mi me falta. Tendré que obligarme a  trabajar un poco más. Aun tengo dudas, en el fondo no quiero abandonar las ideas originales, pero me parece que aferrarse a ellas hace que se pierda algo de fuerza en los textos. Creo que es una de esas cosas que el tiempo va a resolver, es solo dejar que las ideas caminen solas.

Tengo que reconocerlo:  me hubiera gustado recibir algo más en la fecha de mi cumpleaños, la realidad es lo que ya pasó, queda la fecha como otra luz del pasado. Es parte de mi personalidad obsesiva, pero no vale la pena negarlo: siempre espero más de lo que obtengo.